DIANE DI PRIMA


Diane di Prima nace el 6 de agosto de 1934 en Brooklyn, Nueva York,  descendiente de una familia italiana. A día de hoy tiene 85 años y vive en California desde 1960.

Diane fue una poeta perteneciente a la generación Beat. No solo es poeta, sino tambien escritora novelista, pintora, profesora y madre de cinco hijos.

 Ha publicado más de una cuarentena de libros y participado en incontables números de exposiciones en galerías.

Diane comienza a escribir siendo niña, a la edad de siete años y decide ser poeta con tan solo catorce.
Desde muy pronto mantiene correspondecia con grandes poetas de la época como con Ezra Pound, quien fuera un revolucionario.

Diane di Prima asistió al Instituto Hunter y a la Universidad Swarthmore en Manhattan, allí pública su primer poemario This Kind of Bird Flies Backward.

(...)
 this kind of bird flies backward
and this love
breaks on a windowpane
where no light talks
(...)

Di Prima pasó el fin de los años 50 y principios de los ‘60 en Manhattan, donde comenzó a participar en los movimientos de la generación.
La poeta fue una pieza clase en el cambio de la generación Beat a los primero HIppies.
Fue cofundadora del Teatro de Poetas de Nueva York y fundadora de la Poets Press, que publicó numerosas obras de nuevos escritores.
También fue perseguida por la ley acusada de numeros cargos por obscenidad, debido a su trabajo en el periodico del que era editora, The Floating Bear. Y finalmente en 1961 fue detenida por el FBI por la publicación , en este mismo periódico,de dos poemas.

Desde 1974 hasta 1997, di Prima enseñó poesía en el Jack Kerouac School de Disembodied Poetics junto con sus compañeros de genreación  Allen Ginsberg (co-fundador del programa), William Burroughs, Gregory Corso.

En sus poemas podemos encontrar, un tono místico y espiritual, pero también el compromiso y la lucha contra la represión, sin perder nunca la sensualidad en sus palabras.

El día que te besé…

El día que te besé, la última cucaracha
se murió. Las Naciones Unidas
abolieron todas las cárceles. El papa
admitió a Jean Genet como miembro
del Colegio de Cardenales. La
Fundación Ford, con gasto enorme,
reconstruyó la ciudad de Atenas.
El día que hicimos el amor, el dios pan
volvió a la Tierra, Eisenhower dejó
de jugar al golf. Los supermercados
vendieron mariguana. Y Apolo leyó
poemas en el parque Union Square.

El día que retozaste en mi cuerpo
las bombas se disolvieron.

Leer sus poemas es escuchar la voz de la historia, la rebeldía, la constante lucha de la mujer.
Sus poemas son una máquina del tiempo, que pasan por la voz más femenina e íntima, hasta la más desagarradora.

LA LOBA

¿Y van a cazar a la Loba?
Tontos, ¿Van a usar lanza, arpón o flecha, pistola o
boomerang? ¿Creen poder atraparla
con las redes del amor? Ella monta
la luna creciente como una balsa
en la corriente tormentosa del cielo.

¿Sueñan con masticar  los trozos de su carne
darle vuelta las tripas chuparle el jugo
a su gran hígado oscuro? ¿Van hacer
un gorro con su estómago, y con sus vértebras un collar?.

La única obra de la artista que tenemos traducida al castellano es  MEMORIAS DE UNA BEATNICK.

Aquí un fragmento.

Después de un rato, Luke se despertó y le di un poco de café sin decirle nada, sin saber dónde estaba o si quería hablar, y lo tomó mirándome por sobre la taza mientras yo leía sentada, o pretendía leer, hasta que oí su ronco, casi suplicante: “Vení acá”, y fui hasta él de inmediato, arrodillándome junto a su silla, mi cabeza en su regazo, mientras él acariciaba mi pelo sin decir nada, y al fin giré mi cabeza y desaté su ridícula toalla pequeña y encontré su polla  con mis labios. Y lenta, lentamente, con la larga y amable ayuda de mi boca y mi lengua creció y se endureció, y en la lenta y cálida noche de verano con todos los ruidos de los patios de agosto y las explosiones de las calles de agosto, le hice el amor a esa ancha y fuerte polla sin circuncidar, hice el amor de verdad, le di vida al amor, lo persuadí para que fuera pleno y sensible con mi boca – yo era lo suficientemente joven y tenía suficiente magia para hacer eso. Enamorada, HICE el amor y el amor floreció como una aureola alrededor nuestro y mi boca se movió lentamente, sin parar y sin cansarse, resbalando y zambulléndose en ese ancho y grueso miembro hasta que empezó a sacudirse y a presionar mi paladar como un salvaje pájaro impaciente por ser libre y me moví más y más rápido y un gran suspiro que era el mismo aliento de la vida salió de Luke, y yo bebí su semilla, tragué con placer su amarga semilla de cristal a grandes tragos, como para que nos quedáramos juntos al final y para siempre y para que ningún cambio, nada ni nadie pudiera separarnos otra vez. Yo tenía las manos en su delgada cintura cuando acabó y pude sentir su espalda arquearse, la electricidad en su carne, mi cabeza apretada por sus largos muslos fuertes de pelos dorados, podía escuchar su sangre –o la mía- explotando en mis orejas, y supe que esta semilla que tragaba era el sacramento – la sagrada e infinita esencia que movía las estrellas.

Cada vez que veo las fotos de Diane me encuentro rondando en mi cabeza esa frasecita que rezaba Peter Pan y que yo me dicto como un mantra  "vivir será una fantástica aventura"




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